Canibalismo publicitario

Vivimos en una sociedad en la que las personas recibimos una media de 3.000 impactos publicitarios al día. Estamos tan acostumbrados a la publicidad en medios  convencionales que simplemente la obviamos, pasando las hojas del periódico o simplemente haciendo zapping. Solo aquellos anuncios que tienen una buena creatividad producen memorabilidad en nosotros.

Hoy en día hay dos efectos en la publicidad. El primero es aquel por el que el anuncio nos pasa desapercibido y a los cinco minutos de haberlo visto ya no nos acordamos de él. En otras ocasiones ocurre justo lo contrario, la creatividad es tan buena que ocurre el denominado fenómeno “canibalismo publicitario”: un anuncio que debido a su buena creatividad se come la marca, de forma que el espectador no la recuerda pero si el propio anuncio.

Recuerdo que escuché este término durante mis años en la universidad y no pensé demasiado en él, hasta que hace unos días empecé a recordar aquel famoso anuncio que decía: “Be water my friend”, ¿recordáis? Era una pieza de 30” hecha para televisión. ¿Recordáis qué marca era? Este mes de junio di un curso sobre introducción a la comunicación en Madrid e hice la prueba con mis alumnos. El resultado es que de los cien que tuve en total, solo uno recordaba la marca exacta del mismo.

Os invito a pensar en la marca, y posteriormente a que visualicéis el anuncio para ver si estabais en lo cierto. Siendo honesto con vosotros diré que yo recordaba el sector, pero no recordaba la marca exacta.

¿Recordáis otros casos como este?